"La muerte de Watson"

Era una noche oscura y fría de Londres, en la que Sherlock Holmes y su mano derecha Watson, estaban investigando un caso de un muchacho joven que estaba tirado en el piso de la calle con un cuchillo clavado en al espalda.

Solo estuvieron diez minutos frente al cuerpo, cuando escucharon un grito de una mujer que provenía de un callejón que estaba en la esquina de enfrente. Watson al estar unos metros más cerca llegó antes que Holmes.

Sherlock apenas llego a la entrada del callejón vio a una sombra subiendo por las escaleras de incendios y a Watson siguiéndolo atrás cuando un sonido perturbó al inspector, la sombra desapareció en la oscuridad pero no le dio importancia ya que Watson estaba tirado con un tiro frente a la mujer que había muerto.

La ambulancia llego rápido, pero el tiempo no alcanzó con la muerte de Watson.

Dos días después de la muerte de Watson su amigo detective decide dejar el caso. Pero a través de su decisión le llegó el mensaje de un amigo que el tenía cuando estudio en la universidad que decía que tenía que volver a tomar el caso de Watson por respeto a él y qué si necesitaba ayuda que contara con su amigo.

Tres semanas después Sherlock y su amigo Pol Ace volvieron a la escena del crimen en la que no encontraron nada más que un hombre que vivía al lado del callejón y la ventana de la cocina daba al lugar d la escena del crimen. Entre preguntas y respuestas de Sherlock y el señor solo “le sacó2 el nombre, James Hamberbok y que era de clase baja.

La decepción los siguió hasta la comisaría, y lo primero que hizo Holmes es ordenarle a Pol que buscara la información de los asesinados. Solo tardó dos horas y monedas cuando trajo los resultados que decían:

Meter Newton, 24 años de edad, asesino con un cuchillo en la espalda, clase baja, se lo encontró con un anillo en el bolsillo del pantalón.

Sarah Hamberbok, 23 años, asesinada con un tiro en el pecho, clase baja.

Sherlock Holmes se quedó callado y pensativo, cuando se levantó rápido de su sillón, se puso su sombrero y se fue rápido a la escena del crimen.

Al llegar fue directo a la casa de James, y le preguntó si tenía hija, pero el le contestó que no., Sherlock le pregunta entonces quien es Sarah Hamberbock pero el dijo que no la conocía, entonces se metió en la conversación Pol Ace y le dijo que responda que no tenía todo el tiempo… Hamberbock se quedó mirando al suelo y empezó a relatar:

“Yo tenía una esposa y una hija, pero mi esposa se murió en el parto de Sarah, en ese entonces la tuve que criar yo solo. Ella era muy estudiosa, y un día se le presentó una ocasión, un profesor de ella de 64 años, Arthur Smith, que estaba locamente enamorado de ella, le propuso matrimonio. Yo hice mal en obligarla en que aceptara, es que la verdad nos venía bien que se casara con un hombre de plata… Ella estaba saliendo con un chico… no me acuerdo su nombre, creo que era Meter y algo más, que también le había propuesto casamiento. Mi hija me había dicho que se iba a casar con Meter….

Pasaron dos semanas y media cuando pasó lo peor, Arthur los había visto besándose pero se había hecho el que no vio nada…

Una tarde me propuso algo… me daría $2.000 si le decía a mi hija que llamara a ese tal Meter para cenar esa noche, pero era un trampa, el estaría esperando enfrente para matarlo, y yo con mi estado económico no podía decir que no.

Esa noche había salido mal, mi hija salía a sacar la basura cuando Smith estaba atacando a Meter. Ella asustada salió corriendo al “famoso callejón”. El intentó calmarla, pero todo se descontroló y la mató frente a mis ojos cuando yo estaba asomado en la ventana.

Se escucharon unos pasos bastante rápido pero yo me metí adentro mientras él subió por las escaleras de incendio que daban al techo de mi edificio.

Después de eso lo único que vi fue un hombre tirado en el suelo frente a mi hija.
Al otro día vino Smith para ofrecerme $35.000 si no hablaba,… y acepté.”

Después del relato Sherlock mandó a que buscaran a Smith y que pusieran preso a Hamberbok.

Nunca más se supo de Sherlock Holmes, algunos dicen que se suicido, otros que se fue del país para resolver casos y otros dicen que lo mataron en una persecución, pero de lo que estoy seguro es que nunca se va a recuperar de esta gran pérdida.

casa de naranja

Ezequiel Acevedo, 1º 5º C. B. >2008<

"El varón"

Apenas me llamaron fui al lugar de los hechos y encontré el cuerpo baleado, rodeado de sangre. Me dijeron que no había testigos, el muerto era un conocido en el barrio cadenciado.

Sospeche que lo habían matado por venganza. Así que fui al barrio cadenciado a ver si lo conocían. Toqué puerta por puerta, n9inguno quería hablar, hasta que uno m e dijo que todos le tenían miedo a un supuesto hombre que le decían “El varón”; también me dijo que no le dijera a nadie, que su hija había visto quien mato a la víctima. Le dije que si podía hablar con ella, me dijo que no quería poner a su hija en peligro, porque el tipo era poderoso y si alguien se enteraba, lo iban a matar a él y a su hija.

Me fui, no había caminado una cuadra y escuche tres disparos, lo vi al padre de la chica tirado, muerto, le habían volado la cabeza.

La chica, por suerte estaba en su casa y no vio lo que pasó. Yo le dije que viniera conmigo, pero no quería, le dije: “si no vas a quedar como tu padre”, se quedó callada y me siguió. En la comisaría, le dije que me confesara todo lo que sabía y ella negó todo, le dije:
-“Si no hablas, más gente va a morir como tu padre”
Chica:- “Usted no entiende, cree que es fácil”, lloraba desesperadamente.
-“Si, entiendo… yo también perdí a mi padre cuando niño”
Chica:- “Esta bien, hablaré… pero prométame detener a ese maldito…”
-“Está bien, te lo prometo”
Chica:- “Estaba volviendo de la casa de un amigo, estaba entrando y vi que alguien salía corriendo, como si fuera perseguido y así fue, cuando vi que lo perseguían me escondí detrás de unas piedras, vi que tenían armas… eran tres uno de ellos era “El varón” y los demás eran sus cómplices, primero le pegó dos tiros en las piernas y el último en la cabeza en medio de los ojos.
-“¿Y se fueron?”
Chica:- “Si, y os perseguí, su casa es la última y tiene un portón de tamaño mediano, de uno color rojo plateado… por favor prométame que los va a detener…”
-“Si, mañana mismo los detenemos…”

Al día siguiente fuimos, hicimos un allanamiento, descubrimos que “El varón” era un traficante de armas y tuvo un juicio de cadena perpetua por homicidio agravado a mano armada.

Omar Lozano, 1º 5º C. B. >2008<