Los crímenes de la calle Aguirre

En el verano pasado ocurrieron tres crímenes, todos fueron niños de familias diferentes.
Todos estos crímenes sucedieron en la calle Aguirre entre las alturas 1500-1800
La única familia que se animó a declarar lo hizo escribiendo esta carta:
Señor inspector:
Le mando esta carta con mi declaración ya que es la única forma en que me atrevo a contarle todo lo que vi , al entrar a la casa estaba la puerta forzada y vi que en el piso había una navaja con el mango de metal y toda ensangrentada. Cuando entre al cuarto de mi hijo, él estaba tirado en el piso con el pecho ensangrentado y la ventana estaba abierta con sangre en el marco. Luego de eso llame a la policía y a una ambulancia, pero para cuándo llegó la ambulancia él ya había muerto.
Todo esto fue muy duro para mí pero ya han pasado seis meses y todavía no han podido encontrar al autor de este espantoso suceso.
¡Ah! No se si servirá pero la navaja en el medio tenía incrustada una esmeralda.
Bueno con esto termino mi declaración ya que no quiero acordarme más de lo ocurrido, pues es muy doloroso para mí.
Muchas gracias por aceptar mi carta.

Jorge Villalba

Al leer esta carta estuve pensando mucho tiempo en el detalle de la navaja. Y fui investigando sobre esa esmeralda incrustada en el medio, encontré que esa navaja solo se vendía en una joyería que quedaba justo al lado de un supermercado.
El día que fui a buscar esa joyería, cuando pasé por el supermercado me llamó la atención una publicidad de “Alfajor Aguirre, matarías por uno de estos”.
Cuando llegue a la joyería averigüé quien había comprado esa navaja y descubrí después de interrogar al vendedor que su propio padre había sido el asesino.

Adrián Ríos 2º 5º C.B.