lunes, 28 de enero de 2008

Un secuestro había sucedido, la hija de un importante entrenador de básquet había desaparecido. Era una niña rubia de ojos celestes y de 9 años de edad.
El hecho sucedió cerca de los bosques de Palermo, el día jueves a las 19:30 hs. En el lugar del suceso dejaron una carta con un contenido muy importante. La carta estaba dirigida al padre de la niña y decía:
Llene una bolsa con $500.00 y déjelos en Helguera y Ladines, cuando la entrega se haya realizado le entregaremos a su hija el día domingo a las 21:00hs.”
El hombre al llegar a su casa pidió a su representante que le junte el dinero, que el se iba a quedar con su esposa, ya que estaba destrozada y asustada.
Una de las tantas pistas era una mancha de sangre que había sobre un cartel que publicitaba unos caldos para cocinar. La policía con las pistas contundentes que tenían las reunieron y resolvieron que solo había un secuestrador con estas características: Raúl Pyogyang. El mismo había cometido errores fatales al dejar sus huellas digitales en el lugar de los hechos.
Un día antes día antes de realizar el pago Raúl Pyogyang fue detenido en un baldío. La hija del afamado entrenador fue encontrada sana y salva, la niña fue entregada a sus padres.
Los padres de la pequeña estaban en deuda con la policía; todo se removió gracias a un vecino que llamó a la policía avisando que se escuchaban ruidos muy fuertes y de desesperación.
Raúl Pyogyang fue condenado a cadena perpetua por el secuestro y por la averiguación de sus antecedentes.
La niña fue llevada a un psicólogo durante unos meses tras intentos de suicidio y pesadillas fuertes por lo ocurrido.

Ezequiel Linguanotto 2º 5º C.B.

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